sábado, 14 de noviembre de 2015

Mitos de la alimentación




Espero les sirva para poder aclarar sus dudas


1.- El apio y las nueces son afrodisíacos. No está comprobado. Numerosas culturas de la antigüedad creyeron ver la causa del deseo sexual en las propiedades de ciertas plantas, frutas secas y raíces que tenían formas similares a los genitales masculinos. De todos modos, hoy se sabe que las frutas secas contienen vitamina E -denominada vitamina de la fecundidad- que a pesar de no ser afrodisíaca actúa como estimulante del sistema reproductor: su falta puede producir esterilidad y problemas para llevar adelante la gestación, tal como se comprobó en animales de laboratorio.

2.- Un jugo de pomelo en ayunas quema las grasas. No, pero ayuda a eliminarlas. Cualquier fruta cítrica que tenga fibras (kiwi, frutilla, limón, pomelo o naranja) ayuda a que la vesícula funcione mejor, y elimine las grasas a través del intestino.

3.- Las frituras producen acné. No está comprobado, aunque algunos dermatólogos asocian la aparición del acné con el consumo de frituras, chocolates y fiambres, todos estos alimentos con alto contenido de grasas.

4.- El jamón crudo es más nutritivo que el cocido. En parte sí, porque el jamón crudo es exclusivamente carne de cerdo tratada con sal. Al jamón cocido se le agregan aditivos, como harina que al hervirlo, absorben más agua aumentando el peso del producto.

5.- La manzana limpia los dientes. La manzana no puede reemplazar la pasta dental, pero al contener poco azúcar no favorece la formación de los microorganismos que provocan las caries.

6.- El aceite es más saludable que la manteca. Sí, porque al ser de origen vegetal los aceites no tienen colesterol. La grasa de la manteca, en cambio, es de origen animal y por tanto tiene colesterol.

7.- Las aceitunas están prohibidas en las dietas para bajar de peso. No. Contrariamente a lo que se piensa las aceitunas pueden usarse como equivalentes. Por ejemplo: en lugar de usar en la ensalada una cucharada de postre de aceite (que equivalen a10 g y100 calorías) pueden comerse 18 aceitunas. Incluso para quienes quieren limitar el consumo de sal, ya hay aceitunas bajas en sodio.

8.- El helado es digestivo. Desde tiempos remotos se sabe que los cítricos, y en especial el limón, son colesistokinéticos (es decir, que ayudan a una mejor función vesicular). Así, un helado de limón después de las comidas ayuda a que la vesícula trabaje mejor. Pero los otros helados no aportan ningún beneficio digestivo y, en algunos casos, incluso, pueden perturbarlo.

9.- Los productos light no engordan. No necesariamente. Light o diet significa que el producto está reducido en alguno de sus componentes: grasas, azúcares o sales, lo cual no siempre indica que aporten menos calorías. De cualquier forma, por más ligth que sea el producto, si se consume en abundancia engorda.

10.- Comer zanahorias mejora la visión. Si. La zanahoria, junto con las verduras de hoja, el zapallo y el durazno son ricos en vitamina A. Y hoy se sabe que la carencia de vitamina A produce menor visión en la penumbra (nictalopía).

11.- El zapallo engorda las piernas. Ningún alimento puede actuar específicamente sobre alguna zona del cuerpo.

12.- No es bueno cenar lechón. Tanto el lechón como otros tipos de carnes o frituras producen una digestión lenta (de 3 a 4 horas), que perturba el descanso y provoca cansancio y embotamiento por las mañanas. Lo mejor es comer frugalmente por las noches. De allí el refrán: "Desayunar como reyes, almorzar como príncipes y cenar como mendigos".

13.- Después de un atracón, un día de ayuno. No. Es mejor hacer por lo menos cuatro comidas, pero más livianas. El cuerpo recibirá así dosis equilibradas de hidratos de carbono, proteínas, grasas, minerales y vitaminas, y se encontrará en mejores condiciones metabólicas para quemar el tejido adiposo. Esta es también la mejor forma de no sentir hambre y evitar las tentaciones.

14.- La remolacha engorda porque tiene mucho azúcar. No. El mito se basa en equipararla con la "remolacha azucarera", que no es la comestible. Pero la remolacha común sólo tiene 10 gramos de azúcar por cada100 gramos, igual que la calabaza, la zanahoria y el zapallo.

15.- Una manzana por día aleja al médico. Sí, porque disminuye los niveles de colesterol sanguíneo y aporta potasio, vitaminas C y E. También, aumenta las defensas del organismo.

16.- Para broncearse hay que comer zanahorias. En parte sí, porque tiene betacarotenos (un pigmento que hay en las verduras de color amarillo, rojo o anaranjado y en los vegetales de hoja verde), que favorece el tostado más amarronado.

17.- No hay que cocinar con vino. No es así. La cocción con vino tiene sus ventajas: permite utilizar una menor cantidad de sal porque resalta el sabor original de las comidas sin alterar su contenido calórico. Además, la graduación alcohólica desaparece con la cocción. Y muchas veces tierniza el alimento cocinado.

18.- La lechuga previene el cáncer. Sí. Las diferentes clases de lechuga y verduras de hojas verdes contribuyen a disminuir el riesgo de cáncer, en especial el de estómago. También puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, el infarto y las cataratas por su contenido en vitaminas C, E y carotenos, especialmente alto en las hojas más externas.

19.- La espinaca da fuerza. Si, pero no tanto como se cree. Utilizada en Occidente desde hace 500 años, su consumo se popularizó a partir de la década del 50 porque una mala trascripción de un informe científico le adjudicó diez veces más hierro del que en realidad contiene (23 mg cada 100 g) y Popeye hizo el resto. Sin embargo, pocos saben que supera a la zanahoria en betacaroteno, y que 3/4 de taza de espinacas cocidas proveen el 100% de nuestros requerimientos de vitamina B6, 50% de la vitamina C, 25% de ácido fólico y un sorprendente 300% de vitamina K. También provee hierro y potasio, es 100% dietética, libre de grasa, y sólo aporta 23 calorías por taza.

20.- Hay que tomar por lo menos 2 litros de agua por día. Si, es fundamental. Cuando aumenta la proporción de agua en el organismo mejora el funcionamiento de los riñones y se incrementa la capacidad de desintoxicación y de defensa.

21.- La lenteja es la carne de los pobres. Sí, es tan nutritiva como la carne, pero sólo cuando se la combina con arroz, cebada o trigo. De esta forma, todas las legumbres (lentejas, garbanzos, porotos) son una buena fuente proteica y energética.

22.- El potasio es bueno para los hipertensos. Así es, porque regula los niveles de líquido en el organismo y ayuda a eliminar el exceso de sodio, evitando que suba la presión arterial. El potasio está en las frutas secas, damascos, bananas y vegetales de hoja, preferentemente crudos, y en la papa cocinada con su cáscara.

23.- La papa no tiene valor nutritivo. No es verdad. La papa es riquísima en potasio, almidón y vitamina C.

24.- Un jugo de naranjas por día evita los resfríos. No los evita, pero aumenta las defensas por las propiedades antiinfecciosas que posee la vitamina C.

25.- Es bueno consumir yogur cuando se toma antibióticos. Sí. Los antibióticos destruyen la flora intestinal y los lactobacilos del yogur la reconstituyen. También son buenas las leches fermentadas o las probióticas.

26.- La pimienta es mejor que la sal. Si bien no aumenta la presión arterial, por su alta propiedad irritante no es recomendable en personas con problemas gástricos, hemorroidales o cuando se tienen divertículos en los intestinos.

27.- La sal engorda. La sal no engorda, porque, al igual que las vitaminas y los minerales, no aporta calorías. Pero sí favorece la retención de líquidos.

28.- La fruta engorda más si se come como postre. No. Como cualquier otro alimento, la fruta engorda sólo si se come en exceso. Por tanto, puede ingerirse en cualquier momento del día. Es más, hoy sabemos que la vitamina C que contiene la fruta permite, al ser comida como postre, una mayor absorción del hierro que provee un plato de carne.

29.- Las galletitas de agua aportan menos calorías que el pan blanco. No, las galletitas tienen grasa, por lo tanto, a igual cantidad, el valor calórico es mucho mayor. El pan blanco tiene 280 calorías en 100 gramos, contra 420 en la misma cantidad de galletitas.

30.- La mozarella engorda más que el queso por salut. Depende de qué mozarella y de qué por salut. El queso por salut común tiene 300 calorías cada 100 gramos, contra 250 calorías de la mozarella común. Pero el por salut dietético (sólo existen dos marcas en elpaís) tiene sólo 200 calorías por cada 100 gramos.

31.- El té y el mate son digestivos. No está demostrado. Hay, sí, tés de hierbas (tisanas) que colaboran en la digestión.

32.- La margarina engorda menos que la manteca. No. La margarina y la manteca tienen prácticamente las mismas calorías. Cuando se trate de margarinas untables o ligth tienen menos calorías.

33.- Las tostadas engordan menos que el pan fresco. No. Una rebanada de pan de 50 calorías va a seguir teniendo 50 calorías aunque se tueste. La diferencia es que va a pesar menos por la evaporación de agua. El tostado tiene además la ventaja de hacer más digestivo el almidón del pan.

34.- La compota de ciruelas es laxante. Sí. Las ciruelas, ya sean en compota, frescas o desecadas, tienen una sustancia que contribuye a la contracción del músculo intestinal y por lo tanto alivian la constipación.

35.- El té de tilo es sedante. Sí, al igual que la hierba llamada passiflora o valeriana, produce un efecto relajante, aplaca y disminuye la angustia.

36.- Cuando se tiene un ataque de hígado, nada mejor que un té con limón. Sí, pero es aún mejor cuando es un té de limón (trozos de limón cortados y hervidos en agua) porque producen un mejor funcionamiento vesicular.

37.- El mate ayuda a mantenerse joven. No está demostrado, pero se cree que éste sería un efecto secundario y a que la yerba contiene vitamina C, B1 y B2. Además aporta hierro y magnesio, y es estimulante, disminuyendo el cansancio.

38.- Tomar vitamina C de noche puede provocar insomnio. Falso. La vitamina C es antioxidante, favorece la cicatrización de heridas y es útil en el tratamiento de infecciones respiratorias. No presenta ningún efecto secundario vinculado con el insomnio.

39.- Las gaseosas lima-limón ayudan a combatir la fiebre. No es exacto. Los médicos acostumbran recetarlas para compensar la deshidratación en lugar de bebidas colas que, por su alto contenido en cafeínas, pueden poner más ansioso al paciente.

40.- Una copa de vino diaria disminuye el riesgo de un infarto. Es posible, en tanto el vino tiene un pigmento (las antocianinas) que eleva el colesterol bueno. Pero hay que tener presente que el máximo de vino recomendable son dos copas diarias (28 gramos de etanol) para los hombres, y una copa al día 14 gramos) para las mujeres. Pasado ese límite, el exceso de alcohol es dañino para el hígado.

41.- La cerveza produce hinchazón pero no engorda. No. La cerveza hincha y engorda, porque fermenta y tiene tenor alcohólico (5g cada 100 cc) e hidratos de carbono por la malta.

42.- La gelatina no engorda. Depende. Si es diet prácticamente no tiene calorías, pero si es una gelatina común, saborizada, posee 60 calorías por pote.

43.- El azúcar negro engorda menos que el blanco. No hay diferencias significativas. El azúcar negro (no refinado) tiene apenas un poco menos de calorías que el blanco (hidratos de carbono puros), pero aporta algo más de vitaminas y minerales.

44.- El consumo de sacarina produce cáncer. No. Todos los endulzantes autorizados que se venden son seguros para el ser humano en las dosis recomendadas por el Código Alimentario Nacional. Para que las ratitas de los experimentos pudieran desarrollar el cáncer de vejiga que se le atribuye, ingirieron el equivalente a una palangana diaria de edulcorante artificial, cantidad exorbitante para el consumo humano.

45.- Después de comer sandia no se debe tomar vino. No es cierto. Su mezcla no tiene efectos adversos.

46.- El líquido debe tomarse lejos de las comidas. Eso depende de las personas. Si se trata de un niño inapetente es mejor no ocupar su volumen gástrico con bebidas o si se trata de una persona mayor (que cuenta con menor cantidad de jugos digestivos) no hay que darle sopa o caldo antes de la comida porque va a diluirle los jugos gástricos y dificultaría su digestión. Pero en adultos sin patologías, la ingesta simultánea de sólidos y líquidos favorece la digestión y la acción de las fibras.

47.- Las frutas y verduras ayudan a reducir el colesterol. Todo lo que tenga fibras va a ayudar a bajar el colesterol: panes integrales, legumbres, cereales integrales, choclo, y frutas y verduras en general.

48.- Los turrones y las frutas secas engordan. Es relativo; más que engordar aportan calorías. Pueden incluirse en la dieta en reemplazo de productos con calorías equivalentes: una cucharita de aceite menos en la ensalada se puede cambiar por cuatro nueces.

49.- La cerveza sin alcohol no engorda. Sí engorda, aunque tiene menos calorías que la cerveza común. Además, aunque diga "sin alcohol" tiene graduación alcohólica (0,07%), y las calorías de la malta.

50.- La levadura de cerveza hace crecer el pelo. No es cierto. Hasta ahora no se pudo demostrar que algún alimento haga crecer el pelo. Sí se comprobó, en cambio, que las personas desnutridas pierden el color y la textura de su cabello.

51.- El chocolate dietético no engorda. Falso. Tiene más calorías. Porque aunque tiene menos azúcar es más rico en grasas.

52.- Los hipertensos pueden reemplazar la sal de mesa por la sal de ajo. Siempre y cuando tenga en el envase la palabra "dietética" cualquiera es buena (apio, ajo). Se puede usar también -previa consulta con el médico- la sal sin sodio.

53.- La cebolla contribuye a la longevidad. Es un mito. Lo que está comprobado es que tiene propiedades para mejorar los niveles de colesterol sanguíneo. Además es rica en selenio, un mineral que se encuentra en pocos alimentos y es antioxidante.

54.- El consumo de ajo crudo mejora la circulación. El ajo tiene una sustancia que interfiere en la síntesis de colesterol, por lo tanto el consumo diario de ajo picado contribuye a mejorar la circulación sanguínea. El ajo comercializado en cápsulas no parece ser tan efectivo como lo es el alimento natural.

55.- Hay que comer una fruta cada mañana. Las frutas pueden comerse en el momento del día que se desee. De una a dos unidas diarias, tienen efecto anticancerígeno, previenen enfermedades y mejoran los niveles de colesterol sanguíneo.

56.- La miel engorda menos que el azúcar. La miel tiene un poder endulzante mucho mayor, pero cada 100 gramos aporta 300 calorías, contra 400 de igual cantidad de azúcar.

57.- La dieta de los argentinos es completa. En la Argentina todavía no se enseña educación alimentaria en la escuela primaria. La mayoría desconoce los cinco grupos básicos de alimentos (almidones; verduras-frutas; proteínas-carne; quesos-lácteos, y el grupo de sustancias grasas) y eso hace que la gente se olvide cada día de ingerir comidas de uno o varios grupos. Esta falta puede producir enfermedades por carencia. Y esto no sólo depende de los recursos económicos porque hay gente más desfavorecida que se alimenta mejor que otras de mayor poder adquisitivo.

58.- La banana engorda. Es relativo: una banana chica (de100 gramos) tiene las mismas calorías que una manzana de 150 gramos.

59.- La papa engorda. Es relativo. Es un vegetal rico en almidón, al igual que la batata y el choclo. En la pirámide nutricional está dentro del grupo de almidones junto con las pastas, el arroz, las legumbres y el pan. Una papa chica (100 gramos) aporta100 calorías, lo mismo que dos tazas de zanahorias crudas.

60.- El café quita el sueño. Sí, porque tiene cafeína, una sustancia alcaloide que es estimulante. Una buena solución para evitarlas noches de insomnio es el café descafeinado que sólo aporta 3 mg de cafeína por taza contra entre 75 y150 mg por taza de un café común.

61.- La calabaza es dietética. Es un mito que se desarma rápidamente al pensar que el puré de calabaza es el primer alimento que se le da al bebé para aumentar de peso. Hay que tener en cuenta que 300 gramos de calabaza (tres pelotitas de tenis) tienen las mismas calorías que media caja de ravioles de verdura.

62.- La coliflor y el brócoli pueden ocasionar problemas intestinales. Sí, porque tienen un alto contenido en azufre y un alto grado de fermentación. Lo ideal sería incorporarlos diariamente aunque sea en pequeñas cantidades porque son potencialmente anticancerígenas.

63.- El mejor vinagre es el de manzana. Todo depende del paladar de las personas. Aunque, en la Antigua Grecia, Hipócrates lo recomendaba diluido en agua contra la artritis, el asma y ciertos trastornos digestivos.

64.- Hay que comprar los aceites sin colesterol. Ningún aceite de origen vegetal tiene colesterol.

65.- La malta produce más leche en las mujeres que amamantan. Así lo creían nuestras abuelas, pero sin embargo no está comprobado.

66.- Es bueno hacer dieta durante el embarazo. El embarazo no es el momento ideal para bajar de peso. Si bien dependerá de cada caso en particular, se recomienda aumentar durante la gestación entre 9 y12 kilos.

67.- Si el bebé llora puede dársele un chupete mojado en azúcar o miel. De ninguna manera. Nunca hay que tratar de calmar al bebé a través de la oralidad azucarada, sino poniéndole el chupete común y corriente. La mejor forma de generar los obesos del mañana es: "Vos llorás, yo te doy de comer", "te portás mal, no te doy el postre; te portás bien, te compro la golosina".

68.- La alimentación de la madre durante la lactancia no altera la leche que le da al bebé. No es cierto. Hay muchas sustancias que pasan por la leche al bebé que puede tener retorcijones porque la mamá comió repollo, repollitos, brócoli, ajo, cebolla cruda. Los espárragos pueden producir un sabor amargo en la leche que disguste al bebé; el café y las gaseosas pueden producirle una gran excitación.

69.- La mujer puede tomar alcohol durante el embarazo. No se debe tomar alcohol porque, según confirmaron numerosos trabajos científicos de primer nivel, puede producir en el niño un defecto en la capacidad intelectual.

70.- Después de comer hay que esperar dos horas antes de meterse al agua. Depende de lo que se haya comido. Si se comió un sándwich o una fruta no va a suceder nada, pero si fue un suculento asado con ensalada y postre, el proceso digestivo se verá alterado. Puede ocasionar desde una simple indigestión hasta un trastorno mayor con pérdida de conocimiento.

71.- Hay gente que toma agua y engorda. Absolutamente falso. El agua tiene cero calorías.

72.- Las quemaduras de sol se alivien aplicando rodajas de tomate o pepino. Es un recurso casero, pero tiene una base científica. Por su alto contenido en vitamina C y en nutrientes como sodio y potasio, contribuyen a frenar la irritación generada por el sol.

73.- La acelga es laxante. Es una verdura de hoja que tiene un alto contenido de celulosa sobre todo en su tallo, por eso facilita la evacuación intestinal. Su efecto varia de una a otra persona.

74.- El queso constipa. No. El queso no tiene ninguna sustancia constipante. Se recomienda su consumo en caso de diarreas porque no tiene fibras que faciliten la evacuación, como la carne o las verduras.

75.- EI vino fino es menos perjudicial que el común. En cuanto a graduación alcohólica son iguales, pero el vino fino es producido respetando el proceso natural de fermentación de la uva, mientras que el vino común tiene una mayor cantidad de productos sintéticos.

76.- El vino tinto es mejor que el blanco. En teoría, el vino tinto tendría mayor cantidad de revesterol, una sustancia que potencia nuestro colesterol bueno. Pero en algunos países ya se están investigando las bondades del vino blanco.

77.- La semilla del tomate hace mal. Cuando existen problemas intestinales como colon irritable o divertículos (hernias chiquitas en los intestinos) es preferible no ingerir semillas (de tomate, kiwi o frutillas) porque producen molestias. Pero para aquellos que están constipados, la semilla del tomate aporta más fibras y facilita la evacuación.

78.- Cuando baja la presión arterial es lo mismo comer dulce que salado. No. En la hipotensión sólo la sal ayuda a aumentar la presión sanguínea.

79.- Hay que comer las frutas con cáscara. En lo posible sí, para tener una mayor cantidad de fibras y para evitar la pérdida de vitaminas. Pero para poder comerlas con cáscara es importante dejarlas remojar cambiándoles el agua varias veces para limpiar los insecticidas y plaguicidas.

80.- Las salchichas y las hamburguesas no tienen valor nutritivo. Falso. Cuando se trata de productos de "firmas serias" (aquéllas donde se puede leer el logo de la empresa, los números de registro y de permiso), se hacen realmente con carne y tienen valor nutritivo.

81.- Para mantener el peso, adiós al pan, las papas y las pastas. No es cierto. Hay que incluirlos diariamente en una de las dos comidas principales. Pertenecientes al grupo de los almidones, constituyen la extensa base de la pirámide de la alimentación saludable. Por el contrario, hay que tener cuidado con las sustancias grasas (aceites, margarinas, mayonesas, cremas) que, en el polo opuesto, son la estrecha punta de la pirámide.

82.- La vitamina B engorda. El complejo B mejora el estado general y, en cierta medida, puede abrir el apetito, pero ni las vitaminas ni los minerales engordan.

83.- Cuando hay problemas hepáticos es bueno comer dulces. Se trata de una vieja teoría. Hay que saber efectivamente si el malestar se debe al hígado o a la vesícula pero, en cualquiera de los dos casos, más que comer dulces hay que evitar las grasas.

84.- El deportista tiene que comer muchas pastas. Exacto. El músculo no se forma porque se coma más carne o más huevos sino a través del ejercicio y la presencia del glucógeno, que es la forma en la cual nuestro cuerpo almacena los hidratos de carbono. Entonces a mayor cantidad de pan, pastas o papas va a haber mayor disponibilidad de glucógeno y por tanto, mejores músculos.

85.- El café es más dañino que el té y el mate. Todo depende de la concentración que tomemos. Un café pequeñito y concentrado tendrá una cantidad de cafeína muy grande (similar al que aporta el té o el mate muy cargados). Pero un café normal no tiene por qué ser más dañino que el té o el mate.

86.- El azúcar cicatriza las heridas. Si. Aplicado sobre las heridas tiene un efecto cicatrizante y antibacteriano.

87.- El pan de salvado engorda menos que el blanco. Todos los panes integrales (salvado, centeno, integral) tienen mayor cantidad de fibras y sólo un poco menos de calorías que los panes blancos (240 contra 250 calorías cada 100 gramos). La diferencia está en que la digestión de las fibras produce un mayor gasto de calorías.

88.- La uva engorda. Tiene el mismo valor calórico que la banana o el higo. Cien gramos de uva (alrededor de 12 granos de uva que hay que consumir con la piel) tienen las mismas calorías que una manzana de 150 gramos.

89.- El yogur nos hace vivir más tiempo. Eso decía el Premio Nobel de Medicina Ilya Metchnikov, aunque algunos siguen sin aceptarlo. Las leches fermentadas mejoran la flora intestinal y previenen algunas enfermedades. Se sabe que ellas protegen del cáncer de intestinos y de algunas bacterias. El yogur es el alimento primordial en la dieta de Georgia, una ex república soviética que ostenta el récord mundial de longevidad.

90.- Las verduras son más sanas que la carne. No. Cada cosa tiene su lugar. Necesitamos consumir hierro en buena proporción y la carne permite incorporarlo en mucho mayor medida que los vegetales.

91.- Los adultos no necesitan tomar leche. No es verdad. Tanto como los niños, los adultos necesitan una fuente diaria de calcio, sobre todo las mujeres a partir de la menopausia por el riesgo de la osteoporosis.

92.- El puchero es una de las comidas más completas. Sí. Un buen puchero con caldo y todos sus componentes (zapallo, zanahoria, verduras de hoja, coliflor, carne o pollo) es un plato excelente, siempre que no se recaliente porque pierde sus minerales y vitaminas.

93.- La palta engorda. La palta siempre ha tenido mala prensa. Pero 100 gramos de palta tiene 150 calorías, lo mismo que una papa o una batata chicas. Entonces, dependerá de la cantidad de palta que se coma. Si se le agrega salsa golf o mayonesa, obviamente va a dar un valor calórico muy alto.

94.- El acohol fija las grasas. No, pero aporta calorías. Una medida de whisky provee 140 calorías y una copa de vino, 100 calorías.

95.- Los que comen carne son más nerviosos. No es cierto. Pero el consumo de carne provee el hierro necesario para producir glóbulos rojos, y la falta de éstos provocan la anemia y el consecuente desgano.

96.- Los vegetarianos tienen mejor salud que quienes consumen carne. No necesariamente. Ser vegetariano es una situación más laboriosa porque para mantener la salud hay que combinar muy bien todos los alimentos. Hay que obtener las sustancias presentes en los productos de origen animal para poder así evitar las anemias y otras enfermedades por carencia.

97.- La jalea de membrillo tiene una acción antidiarreica. Sí, el membrillo en todas sus formas tiene una acción astringente y por tanto, antidiarreica.

98.- No hay que tomar bebidas frías cuando se está acalorado. Así es. Cuando el cuerpo tiene temperatura alta una bebida fría puede producir un espasmo gástrico. Si sólo se tiene a mano bebidas heladas, conviene tomarlas despacio y de a pequeños sorbos.

99.- La zanahoria cruda es eficaz en el tratamiento de la constipación. Es cierto. La zanahoria, que por su alto contenido en betacaroteno protege del cáncer, especialmente el de pulmón, es un vegetal versátil: consumido crudo mejora la constipación, pero cocido, es eficaz en el tratamiento de la diarrea.

100.- La carne de vaca puede reemplazarse con carne de pollo. No exactamente. La mejor distribución de carnes en la semana es: 1 o 2 veces pollo, dos veces pescado y tres veces carnes roja. La carne de vaca aporta el doble de hierro que la de pollo.

lunes, 19 de octubre de 2015

Consejos para planificar comidas sanas


Consejos para planificar comidas sanas

Consejos generales

• Use tazas y cucharas de medir para controlar el tamaño de las porciones. Mida cada porción para asegurarse de comer la cantidad indicada en su plan de comidas.

• Los alimentos de granos enteros, las hortalizas/vegetales y las futas son buenas fuentes de fibra y otros nutrientes. Inclúyalos en su plan diario de comidas.

• Coma menos grasa y alimentos fritos.

• Sírvase dulces, pastelillos y caramelos sólo de vez en cuando y en porciones pequeñas.



Arroz, cereales y pan

• Escoja arroz integral en vez de arroz blanco.

• Cocine el arroz con aceite de canola o de oliva en vez de usar aceite de maíz o vegetal y use la mitad de la cantidad normal de aceite.

• Disfrute los alimentos de granos enteros, tales como la avena, las galletas integrales y el pan preparado con harina de trigo entero.



Habichuelas/Frijoles/Granos

• Cocine las habichuelas/frijoles con un poco de aceite de canola o de oliva en vez de usar grasa de cerdo.

• Para sazonar las habichuelas/frijoles añádales sofrito o una pequeña cantidad de cubitos de jamón magro.

• Si usa habichuelas/frijoles en lata, escoja los que en su etiqueta digan “sin sal agregada” (no salt added) o “bajos en sodio” (low sodium). También puede enjuagar con agua las habichuelas enlatadas del tipo regular para quitarles un poco de la sal.



Hortalizas farináceas (viandas/viveres o verduras)

• Las papas, el maíz, los guisantes (petit pois), la malanga, la yuca, los ñames, las batatas/boniatos, la yautía, los plátanos, la calabaza y la calabaza dura/de invierno son ejemplos de hortalizas farináceas (vegetales con almidón)

• Cocine las hortalizas farináceas en agua hirviendo o al horno en vez de freírlos. Por ejemplo, prepare piñón o pastelón con los plátanos hervidos en lugar de fritos.

• Prepare mofongo con caldo de vegetales/verduras en vez de grasa.

• Los tostones absorben menos grasa cuando el aceite está caliente pero no echa humo. Después de aplastar los plátanos, hornéelos para dejarlos más crujientes y menos grasosos.

• Sazone las hortalizas con cebolla, ajo, pimientos/ajíes, hierbas y especias en vez de añadirles aceite, grasa o sal.



Frutas

• Disfrute las frutas frescas y congeladas, o elija frutas enlatadas en su jugo o con almíbar extraliviano (“light”). Evite comer frutas enlatadas en almíbar espeso.

• Coma frutas más a menudo y beba jugos de fruta con menos frecuencia.

• Si bebe jugo, escoja los que son 100% jugo de fruta y tome cantidades pequeñas. El tamaño de una porción de jugo de fruta es de 1 ⁄3 a 1 ⁄2 taza.

• Use leche descremada (sin grasa) cuando prepare batidas de fruta.

• Endulce las batidas de fruta con sustitutos de azúcar: Stevia, Splenda o similar.

• Los néctares de fruta tienen azúcar agregada. Limite el tamaño de la porción a 4 onzas (1 ⁄2 taza) y bébalos sólo de vez en cuando.



Hortalizas/vegetales sin almidón

• Añada hortalizas como brócoli/brécol, repollo, berenjena, okra/ quingombó/quimbombó/molondrón, cebolla, calabaza de verano, tomates o habichuelas verdes/tiernas al arroz, sopas o platillos de carne.

• Agregue espinaca, berros, pepinillos/pepinos y zanahorias ralladas a las ensaladas.

• Cocine las hortalizas al vapor, al horno o en agua hirviendo sin añadirles grasa o aceite. Sazone los platillos con hierbas, especias, ajo, pimientos/ajíes y cebolla.



Leche y productos lácteos

• Todos los tipos de leche tienen la misma cantidad de carbohidratos.

• Para consumir menos grasa y calorías, use leche descremada en vez de leche entera o al 2%.

• Otra buena opción es el yogur descremado.

• Recuerde que el café con leche y las bebidas de avena tienen carbohidratos. Asegúrese de contarlos en su plan alimenticio.

• La leche de coco no es realmente leche. Tiene mucha grasa saturada (que no es sana para el corazón). Si usted la consume, úsela en cantidades muy pequeñas.



Carnes y sustitutos de carne

• Seleccione cortes de carne que en su nombre incluyan la palabra “lomo”. Esos tienen menos grasa.

• Quítele toda la grasa visible a las carnes. Al pollo y al pavo, quíteles el pellejo.

• Hornee, ase o guise la carne en vez de freírla.

• Elija quesos bajos en grasa o descremados en vez de comprar los quesos regulares.

• Limítese a consumir tres yemas de huevo a la semana. Use dos claras en vez de un huevo entero con su yema. (La yema es la que contiene todo el colesterol en el huevo.)



Grasas y aceites

• Todos los tipos de grasa y aceite tienen muchas calorías. Limítese a usarlos en pequeñas cantidades. Escoja con más frecuencia grasas sanas para el corazón.

• Limite la grasa animal, tal como la manteca de cerdo y la mantequilla. Use en su lugar cantidades pequeñas de aceite de oliva y de canola, que son sano para el corazón.

• Evite la grasa trans. Los alimentos elaborados con aceites hidrogenados (como la margarina en barra y muchos alimentos envasados para merendar/snacks) contienen grasa trans.

• Las nueces y los aguacates contienen grasas sanas para el corazón y no contienen colesterol pero sí tienen muchas calorías. Disfrútelos en cantidades pequeñas.



Dulces y postres

• La miel y el sirope/jarabe tienen igual cantidad de carbohidrato que el azúcar.

• Prepare flan y otros postres con leche descremada o leche condensada azucarada baja en grasa. Endúlcelos con sustitutos de azúcar en vez de usar azúcar, miel o sirope. Stevia o Splenda son sustitutos del azúcar que se pueden usar para cocinar y hornear.

• Los postres preparados con sustitutos de azúcar pueden tener carbohidratos de otros ingredientes como la harina, leche o fruta. Lea los Datos de Nutrición en las etiquetas y fíjese en el total de gramos de carbohidratos (no sólo los gramos de azúcares). Recuerde que la cantidad de carbohidratos de la etiqueta indica la cantidad para una porción. Si come dos porciones, consumirá el doble de carbohidratos.





Sazones

• Muchas de las mezclas de especias y los productos de achiote que se venden en las tiendas contienen mucho sodio (sal). Compare los Datos de Nutrición de las etiquetas y escoja los productos que tengan la menor cantidad de sodio o prepare sus propias sazones.

domingo, 4 de octubre de 2015

Acido úrico y Gota

Acido úrico y Gota

1. ¿Qué es el ácido úrico?

El ácido úrico es una sustancia química que se produce en el organismo como producto final de la degradación de las purinas en humanos.

El valor en sangre medio en varones adultos es de 6.8 mg/dl, mientras que en mujeres de 6.0 mg/dl. El ácido úrico presente en nuestro cuerpo procede de dos vías:

- Vía Exógena: a través de las purinas y ácido úrico presentes en los alimentos. Esta vía supone un 40%, es decir, un 40% del ácido úrico producido en un día proviene de esta vía.

- Vía Endógena: es producido por nuestro cuerpo. Esta vía supone un 60%.

2. ¿Qué son las purinas?

Las purinas son un grupo de moléculas implicadas en una gran cantidad de rutas bioquímicas y son esenciales para la vida. Forman parte del material genético presente en las células de nuestro cuerpo (ADN, RNA) ya que ayudan a conformar su estructura, y por ello están presentes en muchos alimentos.

Cuando ingerimos alimentos que contienen purinas, nuestro cuerpo las degrada hasta ácido úrico para así poder eliminarlas a través de la orina.

Las principales purinas formadoras de ácido úrico en nuestro organismo son: la xantina, la hipoxantina, la adenina y la guanina.
3. ¿Qué es la hiperuricemia?

La hiperuricemia es el aumento de ácido úrico o urato en sangre por encima de unos valores considerados como normales para la población general. Se considera que una persona padece hiperuricemia cuando sus niveles de ácido úrico están por encima de 7 mg de ácido úrico/dL sangre (420 micromol/L).

Generalmente la hiperuricemia es asintomática, pero cuando el ácido úrico se deposita en los tejidos aparece la Gota.

4. ¿Por qué se produce la hiperuricemia?

La hiperuricemia puede producirse por: un aumento en la producción de ácido úrico, una disminución en su excreción o de una combinación de ambos factores.

Alrededor del 75% de los casos de hiperuricemia son debidos a una menor eliminación renal de ácido úrico, como puede ser en casos de insuficiencia renal, diabetes insípida, hipotiroidismo o en la toma de determinados medicamentos (diuréticos tiazídicos, salicilatos, ciclosporina y otros.)

En otros casos, el aumento de ácido úrico es debido a que nuestro cuerpo lo produce más. Esto suele deberse a:

- Algunos trastronos enzimáticos (errores genéticos)
- Debido a una mayor ingesta de alimentos ricos en purinas
- En casos de leucemia o tratamiento quimioterápico de tumores malignos en las que existe una destrucción delular masiva
- Por un ejercicio intenso
- Un consumo excesivo de alcohol.

Cabe destacar que un consumo excesivo de alcohol produce un aumento del ácido úrico en sangre por ambos mecanismos, ya que no solo aumenta la producción del mismo sino que también disminuye su eliminación por el riñón.

El estilo de vida también es un factor influyente en la hiperuricemia, por lo que deberemos prestar especial atención. El consumo de una dieta rica en purinas y las comidas copiosas son factores que contribuyen al aumento del ácido úrico.

5. ¿Qué es la gota?

La gota es la enfermedad debida a la deposición de cristales de las sales del ácido úrico en y alrededor de las articulaciones, consecuencia de una hiperuricemia de larga duración (gota articular). Estos cristales también pueden depositarse en diversos órganos internos (gota visceral) y formar cálculos en las vías urinarias (litiasis úrica.) Su síntoma primordial es el dolor, que puede presentarse en forma aguda e intensa, denominándose ataque de gota. Se llama ataque de podagra, si es en el dedo gordo del pie.

La hiperuricemia crónica es el factor de riesgo más importante para la gota. Ahora bien, de todos los pacientes con hiperuricemia solo un pequeño porcentaje llega a padecer gota (solo uno de cada cinco.)

Esta enfermedad afecta en mayor medida a hombres que a mujeres (hasta un 95%.) El riesgo de padecerla aumenta con la edad Y actualmente su prevalencia esta en aumento debido a cambios en la dieta, en el estilo de vida y a la mayor longevidad.

6. ¿Es grave poseer niveles de ácido úrico elevados en sangre?

La presencia de hiperuricemia no es necesariamente una enfermedad, por lo que en la gran mayoría de los casos no es una situación de riesgo. El 7% de varones adultos sanos tienen niveles séricos de ácido úrico superiores a 7 mg/dl, y en la mayoría no se produce precipitación de los cristales de ácido úrico o gota.

En estos casos, cuando no hay síntomas asociados ni insuficiencia renal se habla de hiperuricemia asintomática. De todas formas, en caso de hallar niveles elevados de ácido úrico en una analítica, hay que intentar descubrir su causa y para ello es necesario determinar el ácido úrico en orina para saber si es por sobreproducción o por defecto de excreción.

7. ¿Qué alimentos producen un aumento del ácido úrico en sangre?

Los alimentos que producen un aumento del ácido úrico en sangre son aquellos con un alto contenido en purinas, ya que estas se degradan a ácido úrico en el cuerpo para poder ser eliminadas a través de la orina.

- Alimentos ricos en purinas: Cubitos de sopa, extractos de carne, caldos, vísceras (corazón, riñones, hígado), sesos, mollejas, carnes de caza, fiambres y embutidos, arenques, anchoas, mejillones, sardinas, boquerones, caballa, huevas
y levadura de cerveza.

- Alimentos con un contenido moderado de purinas: Carnes y pescados, mariscos, verduras, espárragos, alubias, lentejas, garbanzos, habas, setas y champiñones, espinacas, guisantes, espárragos y coliflor.

8. ¿Qué alimentos puedo tomar?

Los alimentos aconsejados son aquellos con un bajo contenido en purinas.

- Alimentos con un muy bajo contenido en purinas:

 Cereales y sus productos: pan de todo tipo, pastas alimenticias, trigo, arroz, pasta, etc
 Galletas dulces o saldas
 Frutas frescas
 Tofú
 Verduras (excepto las citadas en la pregunta 6). Patatas.
 Hortalizas
 Frutos secos
 Leche desnatada, yogures, quesos frescos (no muy grasos), flanes, helados
 Huevos
 Café y té.
 Grasas y aceites (con moderación). Aceite de oliva aconsejado especialmente. Aceitunas.
 Mantequilla y margarina (con moderación por su contenido en grasa)
 Caldos vegetales caseros, infusiones, bebeidas refrescantes, zumos de frutas
 Sal, azúcar, edulcorantes, vinagre
 Encurtidos

9. ¿Qué puedo hacer para reducir el ácido úrico en sangre?

El tratamiento de la hiperuricemia comprende la dieta y los fármacos reductores del ácido úrico. Actualmente, la dieta no tiene el papel fundamental que desempañaba en épocas anteriores ya que los medicamentos actuales son muy eficaces y porque, además, es necesaria una dieta muy pobre en purinas para conseguir descensos moderados de los niveles de ácido úrico. La restricción estricta de purinas puede descender el nivel de ácido úrico entre 0,6 y 1,8 mg/dL.

Sin embargo, el consejo dietético es de vital importancia para el control completo del paciente con hiperuricemia. Las siguientes medidas le ayudarán a reducir los niveles de ácido úrico:

- Seguir una dieta baja en purinas.
- No ingerir bebidas alcohólicas.
- En pacientes obesos, diminuir el peso (y siempre de forma gradual)
- Están prohibidos los productos de la caza (liebre, jabalí, etc.) por ser muy ricos en purinas, así como las vísceras, los concentrados de carne, el pescado azul y el marisco (ver pregunta 7)
- No efectuar comidas copiosas.
- Beber una importante cantidad de líquidos diariamente (más de dos litros diarios) en forma de agua, zumos, refrescos, infusiones etc.
- Moderar el consumo de carne o pescado (no sobrepasarse en las cantidades), y consumir preferentemente proteinas de origen vegetal: tofú, etc.
- Pueden tomarse legumbres (permitidas) una-dos veces por semana: garbanzos, alubias. Evitar las lentejas, los guisantes y las habas secas y desechar el caldo de cocción.
- Realizar actividad física regular y de intensidad moderada: pasear dos horas diarias, bicicleta, etc. No realizar ejercio intenso.

10. ¿Tengo qué tomar algún medicamento?

No se debe tomar ningún medicamento para reducir los niveles de ácido úrico a menos que este sea prescrito por un médico. En el caso de la hiperuricemia, el tratamiento farmacológico es la medida más eficaz para reducir los niveles, pero este efecto siempre se verá potenciado si se acompañan de una serie de medidas higiénico-dietéticas (ver pregunta 9). Es su médico endocrinólogo el que deberá indicarle cual es el medicamento adecuado en su caso, ya que en función de sus características se le indicará uno u otro.

Las siguientes medidas le ayudarán a disminuir la hiperuricemia:

- Disminuir la obesidad o el sobrepeso (si existen). Esto se hará de forma gradual, ya que reducciones de peso muy bruscas provocan aumentos de acido úrico en sangre.
- Buena hidratación: beber alrededor de 3 litros diarios
- Evitar alcohol
- Dieta pobre en purinas

En cuanto a los medicamentos, los fármacos más empleados para el tratamiento de la hiperuricemia pertenecen a dos grupos:

- Aquellos que inhiben la producción de ácido úrico endógena, entre los que destaca el alopurinol.

- Aquellos que aumentan la eliminación del ácido úrico por la orina. También conocidos como “uricosúricos.” Dentro de este gruop encontramos el probenecid, la Benzobromarona y la sulfinpirazona, entre otros.