sábado, 1 de octubre de 2016

¿Por qué se le llama bulimia nerviosa?



La palabra bulimia proviene del griego y aunque no es su traducción literal, se ha empleado como un sinónimo de “hambre en exceso”. Al igual que en la anorexia, la bulimia nerviosa está asociada a un trastorno psicológico importante que afecta a la salud de quien la padece.  
Su característica esencial consiste en que la persona sufre episodios de atracones compulsivos, seguidos de un gran sentimiento de culpabilidad y sensación de angustia y pérdida de control. 
¿Cuáles son los datos que hacen sospechar de bulimia?   Para diagnosticar bulimia deben estar presentes los siguientes datos, aunque pueden tener variaciones
1) Preocupación constante por la comida que eventualmente hace sucumbir ante ella y llegar a un atracón. 
2) Preocupación excesiva por el peso y la figura corporal. La persona que la padece se fija pesos meta muy bajos y crítica constantemente su propio peso, se califica y autoevalúa por el propio peso.   
3) Para contrarrestar la pérdida de peso pueden recurrir a vómitos, ayunos, laxantes, medicamentos para bajar de peso, diuréticos, etc. 
Esta alteración puede intercalar periodos con la anorexia y otros trastornos de la alimentación.   Las personas con bulimia pueden tener un peso normal e incluso elevado, ya que con frecuencia, el uso de los otros métodos para bajar de peso no compensa los atracones.
Los pacientes suelen creer que si pierden peso, ya que de manera inicial sus métodos pueden tener algún resultado, sin embargo, estos efectos se pierden con el tiempo, mientras que los daños permanentes van emergiendo.
Algunas personas pueden tener tan solo un par de datos de bulimia, pero al estar asociados con depresión o ansiedad, el diagnóstico se torna indispensable y el pronóstico empeora. En algunos casos se detecta un deterioro de la dentadura asociada a los ácidos del estómago que afectan a los dientes.
La dentadura se “pica” o se pone amarillenta y en ocasiones llegan a perder los dientes.  
Los pacientes pueden tener lesiones en los nudillos ocasionadas al chocar la mano con los dientes para provocar el vómito.  
En algunos casos, puede haber una apariencia alterada de la cara (apariencia de ardilla) por la inflamación asociada al vómito.
 El uso de medicamentos y los atracones causan alteraciones gastrointestinales, distensión, dolor, nausea, reflujo, úlceras gástricas, úlceras en el estómago, desgarros del esófago por el esfuerzo para vomitar.
 Las alteraciones de electrolitos y líquidos causan mareo, dolor de cabeza, hinchazón de manos y pies, calambres,  debilidad, cansancio. Puede haber insomnio, depresión, infecciones frecuentes de vías respiratorias, ansiedad, comportamiento autodestructivo como fumar o beber alcohol en exceso.  En casos extremos, la bulimia puede llegar a causar sangrados de tubo
digestivo, convulsiones, oclusión intestinal, desgarros esofágicos y rectales.
 Si usted o alguien que conoce puede padecer bulimia, es importante hacerse las siguientes preguntas:
 ¿Está obsesionado con su cuerpo o su peso? 
 ¿La comida y las dietas dominan su vida? ¿sus pensamientos giran únicamente en torno a los alimentos?
 ¿Teme empezar a comer y no poder detenerse?¿Siente que ha perdido el control sobre la forma en la que come?
 ¿Algunas veces come hasta sentirse enfermo?
 ¿Vomita o usa laxantes para controlar su peso? 
 ¿Espera momentos de soledad para comer y en esas ocasiones come en exceso?
 ¿Come en exceso y no hay cambios significativos en el peso?
 ¿Constantemente encuentra envolturas vacías de alimentos?
 ¿Inmediatamente después de comer va al baño?
 ¿Llega a detectar olor a vómito en la persona, ropa o baño?
Es importante detectar los datos, ya que solo una cuarta parte de los que la padecen reciben tratamiento, la mayoría se deteriora de manera
Importante y llegan a requerir hospitalizaciones.  Es importante que las personas entiendan que su comportamiento aberrante no le ayudará a disminuir de peso y sí pueden afectar a su salud. 
El tratamiento, que se hace a base de antidepresivos y terapia de grupo, ayuda a los pacientes a reconocer el problema y controlar sus actividades compulsivas, aunque puede ser difícil si la persona no acepta ayuda.  

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