NO
PUEDO HACER EJERCICIO
Todo el mundo considera que el ejercicio es saludable. Aun así,
hay personas que todavía no lo asumen. Tal vez le suenen algunas de estas
excusas:
• No tengo tiempo, estoy demasiado ocupado. El trabajo, el
estrés, el agobio diario le impiden pensar en realizar algún tipo de actividad
física. Sólo le pedimos que dedique 15 minutos para intentarlo.
• Odio el ejercicio. No haga nada que le disguste, pero piense
en las distintas maneras de realizar alguna actividad física que le pueda agradar:
bricolaje, montar en bicicleta, jugar al ping-pong, a los bolos, patinar,
bailar.
• Soy demasiado viejo para intentarlo. No le estamos pidiendo
que corra ni que suba escaleras. Le estamos sugiriendo algo tan fisiológico y
natural como caminar. Para este ejercicio aún no se ha establecido un límite de
edad.
• Me da vergüenza salir a la calle. Algunas personas tienen un
sentido del ridículo desmesurado, porque piensan que se fijan en ellas. Pero para
salir a caminar no hace falta salir disfrazado para ser objeto de las miradas
de los demás. Con la indumentaria habitual no tenemos por qué reconocernos
diferente del resto de la gente.
• No consigo acostumbrarme al ejercicio. Esto no sólo le pasa a
usted. Muchas personas que intentan hacer algún ejercicio lo terminan
abandonando al cabo de algunos meses igual que abandonan otras actitudes.
- Sea realista. Se necesita de 6 a 8 meses para percibir los
beneficios físicos y mentales del ejercicio y, al menos de 3 a 4 meses de
ejercicio más intenso, que pueda reflejarse en una pérdida de peso. Los cambios
son a largo plazo. Así que ¡ tenga paciencia !.
- Comience lentamente y no se extenúe. Mientras camine o haga
cualquier actividad debe ser capaz de mantener una conversación.
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