¿POR QUE SE ES
OBESO?
La obesidad debe
considerarse como un conjunto de síntomas heterogéneo y multifactorial, no como
una única entidad que responde a una causa concreta.
A la hora de
intentar explicar porqué se produce la enfermedad, debemos de valorar y
analizar muchos aspectos, ya que con todo lo estudiado hoy en día no se puede
decir que se deba a una causa determinada. Entre los factores que pueden
intervenir en la génesis de la enfermedad, destacamos los siguientes:
Susceptibilidad
genética: Actualmente están siendo muy valorados los factores genéticos como
predisponentes a la enfermedad, y numerosos datos indican la posible existencia
de una base genética. Se estima que entre un 30-50% de la enfermedad estaría
determinada genéticamente.
En la actualidad
han sido clonados determinados genes (gen tub, gen de la leptina, db,...),
cuyas mutaciones están relacionadas con la aparición de la obesidad en
animales, y algunos de ellos podrían tener un papel importante en la biología
humana. Defectos en el gen de la leptina dan lugar a una síntesis incorrecta de
su proteína o de su receptor, lo que provoca una ausencia de dicha proteína o
bien de sus efectos en ratones obesos. El tratamiento de dichos ratones con la
proteína produce una reducción de la ingesta y de la obesidad. Otros genes como
los del receptor beta-adrenérgico, factor alfa de necrosis tumoral, y
lipoprotein lipasa, han sido implicados en el desarrollo de la enfermedad, si
bien su contribución al conjunto de la enfermedad es menor.
Los antecedentes
familiares en los obesos son muy frecuentes; así, el riesgo de padecer la
enfermedad es del 40% si un progenitor es obeso, aumentando al 80% si ambos lo
son, mientras que si ningún progenitor padece la enfermedad el riesgo es del
10%. Por otro lado, esta demostrado que el índice de masa corporal de los niños
adoptados se relaciona más con el IMC de los padres biológicos que con el de
los padres adoptivos.
Un hecho bien
documentado en la práctica clínica, es que no todas las personas ganan peso con
la misma facilidad, y que algunos obesos no comen más que personas de
características similares que se mantienen delgadas. Aunque no se conoce la
causa de este hecho, se supone que dichas diferencias pueden radicar en
distintas formas de eliminación del calor en los sujetos, es decir, en
diferencias en la capacidad termogénica. La producción de calor inducida por la
comida es menor en sujetos obesos que en no obesos, almacenando dicha energía
en forma de grasa. Los individuos genéticamente predispuestos a ser obesos,
depositan grasa con más facilidad, estando esto relacionado con una alteración
en la sensibilidad a la insulina, alteración en la lipoprotein lipasa muscular,
y/o alteración en enzimas relacionadas con la beta-oxidación de las grasas.
Por último, también
relacionado con la susceptibilidad genética, está el control de la ingesta
alimentaria. Cuatro procesos regulan el nivel de dicha ingesta, y trabajan
juntos para inducir la saciedad: Factores olfatorios y gustativos, la
distensión gastrointestinal, liberación de hormonas gastrointestinales
(colecistoquinina,...) , y activación del sistema nervioso simpático.
El control global
de la ingesta se realiza en una parte del cerebro denominada hipotálamo, que
integra toda la información recibida y regula el nivel de dicha ingesta. Existe
una teoría actual, según la cual, el factor más importante que regula el
control de la saciedad por el hipotálamo, sería el equilibrio del sistema
nervioso autónomo (parasimpático y simpático). En los obesos, se produce un
aumento de la actividad del sistema nervioso parasimpático, a través de la
alteración en la secreción de la molécula llamada "neuropeptido Y ",
producida en el hipotálamo y que estimula la ingesta, disminuyendo el sistema
simpático y aumentando el parasimpático.
Factores culturales:
El patrón cultural es decisivo en la génesis de la obesidad, dando lugar a un
exceso de nutrición y falta de actividad física. Si se produce un aumento del
ingreso calórico y/o una disminución del gasto energético, se produce un
aumento de la grasa en el organismo, que conlleva a la obesidad.
Los hijos de padres
obesos presentan mayor preferencia por alimentos ricos en grasas y mayor
consumo de grasa que los hijos de padres con peso normal. Dicho comportamiento
alimentario da lugar a un aumento gradual del peso, y está influenciado por el
patrón cultural, que facilita una mayor disponibilidad y mayor exposición a
dichos alimentos, así como alteraciones en la distribución horaria de la
ingesta aumentando el aporte entre comidas.
Factores sociales:
Es un hecho constatado que la obesidad se distribuye de manera diferente en la
población y depende del nivel de desarrollo del país. En los piases
desarrollados la obesidad es más frecuente en individuos de menor nivel
socio-económico, mientras que en los países en desarrollo existe mayor
frecuencia en los individuos de mayor nivel.
En los países en
desarrollo la asociación se explica por dos razones: En ciertas culturas el
sobrepeso es visto como un signo de prestigio social, y por otro lado los
individuos con mayor nivel socio-económico tienen mayor disponibilidad de
alimentos.
En los países
desarrollados, la asociación de obesidad y menor nivel socio-económico se
explica por numerosos factores: El ejercicio físico (los individuos de mayor
nivel socio-económico realizan mayor ejercicio físico fuera del trabajo),
factores culturales (los individuos de mayor nivel creen con más frecuencia que
su peso está por encima del deseado, adoptando medidas para disminuirlo:
dietas, etc. ), la movilidad social (se ha observado que la enfermedad en la
adolescencia tiene consecuencias en la edad adulta, como menor frecuencia de
casamientos, menores ingresos y menor nivel de estudios).
La obesidad parece
ser un estigma que produce discriminación social, y es erróneamente entendido
como un defecto dependiente exclusivamente del control voluntario. De todo esto
se desprende que la obesidad tiene consecuencias sociales en el individuo, y el
nivel socio-económico condiciona la presencia de obesidad.
Factores
hormonales: Varias hormonas se han relacionado con la obesidad, sin embargo es
más probable que estas hormonas intervengan en la enfermedad sin ser su causa
directa. Algunas enfermedades endocrinas se relacionan con la obesidad, como el
síndrome de Cushing, síndrome del ovario poliquístico,... y la obesidad
inducida por drogas (clorpromacina, tioridazina, amitriptilina, valproato,
carbamazepina,... ).
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